El Rol del Médico Internista en Cirugía de Mínima Invasión
- Raíz Roja Consultora de marca
- 3 abr
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El médico internista desempeña un papel fundamental en el cuidado de pacientes sometidos a cirugía de mínima invasión, especialmente en aquellos con condiciones médicas preexistentes o de avanzada edad.
Su amplia formación en el manejo de enfermedades crónicas y su visión integral del paciente los convierte en aliados clave en este tipo de procedimientos.

1. Antes de la Cirugía: Optimización y Evaluación
Evaluación integral: El internista realiza una evaluación exhaustiva del estado de salud general del paciente, incluyendo:
Enfermedades crónicas: Diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas, pulmonares, renales, etc.
Medicamentos: Interacciones farmacológicas, ajustes de dosis preoperatorios.
Factores de riesgo: Tabaquismo, obesidad, sedentarismo.
Optimización del estado de salud: Trabaja en conjunto con el cirujano para optimizar las condiciones del paciente antes de la cirugía. Esto puede incluir:
Control de enfermedades crónicas: Ajustar tratamientos para lograr una estabilización adecuada.
Nutrición: Recomendar una dieta adecuada para favorecer la recuperación.
Ejercicio: Sugerir un programa de ejercicio moderado para mejorar la condición física.
Educación: Informar al paciente sobre la cirugía, los riesgos y cómo prepararse.

2. Durante la Cirugía: Colaboración y Vigilancia
Colaboración con el equipo quirúrgico: El internista puede participar en la cirugía, especialmente en pacientes complejos, para manejar posibles complicaciones médicas.
Monitoreo de funciones vitales: Durante la cirugía, el internista ayuda a monitorear la presión arterial, frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno y otros parámetros vitales.
Manejo de complicaciones: Si surgen complicaciones médicas durante la cirugía, el internista está capacitado para tomar las medidas necesarias.

3. Después de la Cirugía: Recuperación y Seguimiento
Manejo del dolor: El internista prescribe y ajusta los medicamentos para controlar el dolor postoperatorio.
Prevención de complicaciones: Trabaja para prevenir complicaciones como infecciones, trombosis, y otras.
Seguimiento a largo plazo: Monitorea la recuperación del paciente y realiza ajustes en el tratamiento según sea necesario.
Coordinación de la atención: Coordina el cuidado del paciente con otros especialistas involucrados.

En resumen, el médico internista:
Asegura la seguridad: Al identificar y manejar los riesgos médicos asociados a la cirugía.
Optimiza los resultados: Al preparar al paciente de manera óptima para la cirugía y la recuperación.
Mejora la calidad de vida: Al proporcionar un cuidado integral y personalizado.
En conclusión, la colaboración entre el cirujano y el internista es fundamental para garantizar el éxito de la cirugía de mínima invasión y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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